Color ambarino, luminoso, con reflejos verdosos.
Predominan reminiscencias a madera noble, caoba, torrefactos, con notas salinas y minerales, muestras inequívocas de un amontillado muy viejo, con aportación de avellanas, nueces y castañas tostadas.
Sedoso y seco, con un claro efecto catedral recordando a los sabores de la almendra y la avellana.
Disfrute Carlos I Amontillado con hielo. Sírvase 3 rocas de hielo y 5 cl. de Carlos I Amontillado en un vaso bajo. Macere una piel de naranja con la ayuda de una cuchara imperial y prepárese para descubrir los excelsos aromas de un líquido extraordinario.
Ideal para tomar postres cítricos, avellanas, almendras u orejones o con chocolate negro con naranja.
40,3º de contenido alcohólico.